Semana Santa, tiempo de pasión y fe. Muy difícil escribir sobre ella. Es una mezcla se sentimientos, tradiciones, prejuicios, religiosidad no siempre bien entendida, pero llena de símbolos complejos, ritos ancestrales y contenidos divinos y profanos.

Aquí en Valladolid muchos lo viven con especial intensidad, otros con rutina, todos con respeto.

¿Por qué es tan importante la Semana Santa? Si ya nos sabemos la historia, si ya conocemos el final - podrán pensar algunos-. Porque encierra en sí todo el mensaje de Jesús, condensa en pocos días grandes verdades sobre nosotros mismos, como individuos y como sociedad. Aparece una multitud de personajes que representan actitudes de las que participamos todos; se exiben actos que podemos trasladar fácilmente a nuestros días; y porque nos muestra un complejo abanico de los sentimientos de Jesús a lo largo de esos acontecimientos. Podemos adentrarnos en el corazón de Jesús durante estos días para escrutar quién es realmente, y cómo vivió entre nosotros. Y de ahí sacar conclusiones para nuestra propia vida.

Para vivir la Semana Santa así, por tanto, hay que partir de una actitud básicamente contemplativa. Mirar y ver cada uno de estos hechos, con sus matices, sus detalles, sus rostros... No caben muchas palabras; sólo contemplar y dejarse transformar.

Así que, querido lector, durante estos días no pondremos muchas cosas en este blog, sólo algunos textos que sugieren, de grandes autores. Te invitamos más bien a que asistas a los oficios y repases en oración personal todos esos rostros y actitudes que aparecen en estos textos tan intensos. (Hay muchas páginas con las lecturas de cada día)

Nosotros, simplemente nos declaramos "oficialmente incompetentes" para poner palabras a todo esto... ;-) Y no somos los primeros: este abrirse al misterio de la Pasión y Muerte de Jesús lo expresó magníficamente San Juan de la Cruz:
Entréme donde no supe
y quedéme no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.