Ahora que se acerca la fiesta de la Inmaculada quiero compartir con vosotros una reflexión sobre María. A veces hemos idealizado o edulcorado la figura de la Virgen, cuando la realidad histórica nos habla de una mujer de valores muy cotidianos y actuales. Entre otras muchas virtudes, tenía la capacidad de decir "sí" a Dios, subordinando sus propios planes; y ser fiel a esa palabra dada. Esta fidelidad debió de darle muchos sufrimientos e incomprensiones, pero esto no la detuvo ni un ápice del camino que el Señor había pensado para ella y para su hijo.
En el actual contexto de crisis económica por un lado, y de crisis de valores por otro (más profunda y grave esta segunda) podemos ver en María un referente firme y sólido de actitudes absolutamente necesarias en el contexto presente.

Nuestra comunidad CVX ha preparado con esmero la Vigilia de la Inmaculada en la iglesia de jesuitas. Si vives en Valladolid (España, aunque tenemos muchos seguidores del otro Valladolid, el de México, un saludo) estáis todos invitados a participar de este momento precioso de oración y reflexión en torno a María, el próximo miércoles 7 a las 22:00h. en c/Ruiz Hernández. ¡Os esperamos!
Una pequeña parte de esa Vigilia es este texto, que gira en torno a esa fidelidad y resiliencia de María frente a la incomprensión circundante: 

No me fijo ya más
en el acero frío de la crítica, 
porque su dureza rápida y atrevida
no sabe nada
del amor que me empuja.

No pierdo el tiempo
intentando acomodar mi respuesta
a lo comúnmente aceptado,
porque no serían ya
ni mi tiempo ni mi respuesta.

No malgasto mis palabras
donde sé que no van a ser escuchadas,
pero las reservo como potente energía
que me llevan a estar
simplemente donde debo estar.

No te negaré más, Señor,
ni me harán renunciar a Ti, 
porque eres lo valioso de mi pasado,
el horizonte de mi futuro
y la vida sostenida en mi presente.