Hoy volvemos a ofreceros una oración sobre Jesús Resucitado. No es un material nuevo, ya que apareció la semana pasada en el especial de Semana Santa.
Como hemos contado alguna vez, el apartado "Oraciones de los miércoles" incluye oraciones guiadas que utilizamos para ofrecer una oración semanal en la Iglesia del Corazón de Jesús de Valladolid. Esta semana rezaremos mirando el misterio de Jesús Resucitado, y por eso utilizaremos los materiales que ya habíamos publicado en el blog, ya que hay gente que no tiene acceso a él.
También hemos querido no añadir materiales nuevos por dos motivos. El primero es poder ofreceros la oración de Jesús Resucitado en el formato habitual, porque sabemos que algunos de los que nos seguís también la utilizáis como oración para entregar o para rezar con otros. El segundo es invitaros a retomar alguna de las oraciones que os hemos ofrecido en Semana Santa.
Hemos colgado muchos materiales en poco tiempo, y aunque ya estemos en Pascua, seguro que te ayuda volver sobre alguno de los textos o de las oraciones que más te haya tocado el corazón estos días. Retómalo en tu oración y deja que Dios te siga hablando a través de El. Tómate un tiempo para degustar aquel pasaje o sentimiento en el que hayas sentido a Dios más presente estos días. Esta "repetición", es una práctica de la oración ignaciana que hoy te proponemos, y que puedes utilizar para ir descubriendo cómo pasa Dios por tu oración y dónde te está llamando la atención en tu vida.
Encontrar al Resucitado tiene mucho de aprender a mirar y aprender a descubrir la presencia de Dios en mi vida. Y la oración es un lugar privilegiado desde el que observar...

El primer día de la semana, muy temprano, todavía a oscuras, va María Magdalena al sepulcro y observa que la piedra está retirada del sepulcro. Entonces corre adonde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, el predilecto de Jesús, y les dice: ---Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. Salió Pedro con el otro discípulo y se dirigieron al sepulcro. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Inclinándose vio los lienzos en el suelo, pero no entró. Después llegó Simón Pedro, detrás de él y entró en el sepulcro. Observó los lienzos en el suelo y el sudario que le había envuelto la cabeza no en el suelo con los lienzos, sino enrollado en lugar aparte. Entonces entró el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Hasta entonces no habían entendido las Escrituras, que había de resucitar de la muerte. (Jn 20, 1-9)



Descargar Oración: Creo en Jesucristo, que al tercer día resucitó