Oramos con las experiencias de ser elegidos, ser acompañados y ser llamados. Hoy, nos vuelves a llamar a cada uno de nosotros. Nos recuerdas tu alianza con nosotros y nos animas a seguirte.
Somos llamados a encontrar nuestro camino. Para seguirlo necesitamos estar atentos, a ver quién nos necesita. Mirar. Escuchar. Atender con las entrañas.

Yo, el Señor, te he llamado con justicia,
te he tomado de la mano,
te he formado,
y te he hecho alianza de un pueblo,
luz de las naciones.                      Is. 42, 6.