Si la semana pasada disfrutábamos dando a Dios el nombre de Padre, en la oración de hoy te proponemos "hacer reverencia" ante el nombre de Dios.

La grandeza de Dios no se puede encerrar en un nombre ni en una imagen, por muchas que usemos para aproximarnos a Él o intentar definirle: alfarero, creador, amor, padre, sabiduría.... Por eso ante este, como ante tantos otros misterios de la fe, a veces es bueno darse un tiempo para simplemente dejarse admirar. Que sea el propio misterio el que nos penetre, sin intentar entenderlo o desentrañarlo con nuestra razón.

Que ojalá mi vida y mi manera de hablar de Dios, realmente sea una manera de santificar su nombre y de transmitir parte de lo mucho que significa.

Yo decía: "No volveré a recordarlo, ni hablaré más en su Nombre." Pero había en mi corazón algo así como fuego ardiente, prendido en mis huesos, y aunque yo trabajaba por ahogarlo, no podía. (Jeremías 20,9)


Descargar Oración: Santificado sea tu nombre