
“Dios es Dios”, seamos brillantes o mediocres, lo merezcamos mucho o poco, su Amor se ofrece abundante y gratuito sobre todos, más allá de lo que somos, ¿que otra cosa podemos hacer sino agradecer y alabar?.
También las celebraciones en las que participemos son oportunidades de disfrutar de Dios, y aunque a veces los problemas y dificultades que nos rodean nos invitan a escondernos, a protegernos, lo nuestro es la esperanza, la entrega, el darnos... Hemos sido llamados a relacionarnos con Dios como lo hace Jesús, por eso, esos espacios de oración compartida pueden ser momentos para regresar a la verdad, a la vida...
Y en nuestro día a día con las personas con la que compartimos la vida, también podemos disfrutar de Dios, si somos hijos y hermanos podemos celebrarlo cuidando unos de otros, perdonándonos, acogiéndonos, tendiendo puentes, abriendo caminos...mirándonos unos a otros como Él nos mira.
Y como otras veces, aquí te sugerimos una canción que puedes usar en tu tiempo de oración.