
¿Y eso qué es? Pues ni más ni menos que una forma de orar. Dios se vale de muchas formas distintas y sorprendentes para encontrarse con nosotros. La música acompañada de tranquilos y sencillos movimientos nos está enganchando a muchos.
No hace falta saber bailar. La danza, fácil y repetida, tiene un efecto similar al de la música de Taizé: facilita la serenidad y la relación con Dios en el presente, más allá de las palabras. Pero además disfrutas en la oración al integrar tu cuerpo con tu interioridad. La alegría es, desde luego, uno de los frutos de este modo de oración, así como la armonía entre las personas del grupo.
Lo organiza la Comunidad de Vida Cristiana - CVX – (jorge_danza@yahoo.es)y la asistencia es libre para cualquier joven o adulto. Nos juntaremos en la Residencia de la C/ Ruiz Hernández 10 un viernes al mes: 25 de octubre, 22 de noviembre, 13 de diciembre, 17 de enero, 14 de febrero, 14 de marzo, 25 de abril y 23 de mayo.