Podemos entender una frontera, como un lugar donde hay dificultad para la extensión del Reino de Dios. En la Exhortación del Papa Francisco, hay una llamada ilusionante y llena de afecto a que nos dejemos inundar por la Alegría del Evangelio, y a que llevemos esa Luz, ese Tesoro, a todas las periferias de este mundo.

“Hoy, en este «id» de Jesús, están presentes los escenarios y los desafíos siempre nuevos de la misión evangelizadora de la Iglesia, y todos somos llamados a esta nueva «salida» misionera. Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio“. (Evangelii Gaudium, Papa Francisco).