Hace ya muchos años, nació un gran educador en la Tierra, Jesús. Siempre intentaba hacer entender las cosas difíciles de manera sencilla, se acercaba a otros, ofrecía su calor, su acogida, daba ejemplo, perdonaba...

Jesús es en quien sentimos confianza cuando tenemos miedo, confidente cuando lo necesitamos, a quien pedimos ayuda, a quien buscamos, quien es ejemplo de vida... Jesús trata de hacer crecer lo mejor de cada uno en cada persona. Nos conoce profundamente y hace que podamos desarrollar lo mejor de cada uno, tratando a la vez que podamos ser nosotros maestros y seamos capaces de, como Él, saber regar donde hace falta.


Le traían niños para que los tocara, y los discípulos los reprendían. Jesús, al verlo se enfadó y dijo:
“Dejad que los niños se acerquen a mí; no se lo impidáis, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos”.  (Mc. 10,13-14).