Hoy nos acercamos a la figura de san Alberto Hurtado, expresión de fortaleza, generosidad y entrega incondicional en su vida en los barrios de Santiago, Chile, al lado de la clase trabajadora.
Él quiso vivir como Jesús, consagrado a los pobres, huérfanos e indefensos, y por eso se preocupó por dar a cada uno de ellos una vida digna, un «hogar».