Son días de recogimiento, oración y acompañamiento a Jesús. La cruz es el eje y el culmen del cristianismo porque en ella termina la vida de Jesús y el sacrificio que hace por los hombres. También es el comienzo y lo que da sentido a todo lo vivido, y nos recuerda el amor infinito de Dios con el que empieza la “salvación del mundo”.


«VIERNES SANTO: En la cruz entrega su vida.»