
Uno de los temas que él trató a fondo es la vivencia de "la noche oscura", intentando ayudar a los que se encuentran en ella, siendo algo que ya ha pasado a formar parte de la cultura espiritual. La noche oscura es ese tiempo en el que el alma se siente separada de Dios. Pero no es sólo tiempo de ausencia, también lo es de búsqueda y de confianza en Dios.
No me quitarás, Dios mío, lo que una vez me diste en tu único Hijo Jesucristo, en que me diste todo lo que quiero. Por eso me holgaré que no te tardarás si yo espero. ¿Con qué dilaciones esperas, pues desde luego puedes amar a Dios en tu corazón? Míos son los cielos y mía es la tierra; mías son las gentes, los justos son míos y míos los pecadores; |
los ángeles son míos, y la Madre de Dios y todas las cosas son mías; y el mismo Dios es mío y para mí, porque Cristo es mío y todo para mí. Pues ¿qué pides y buscas, alma mía? Tuyo es todo esto, y todo es para ti. No te pongas en menos ni repares en meajas que se caen de la mesa de tu Padre. Sal fuera y gloríate en tu gloria, escóndete en ella y goza, y alcanzarás las peticiones de tu corazón. |