Hace tan solo unos años se consideraba a la Soledad como la enfermedad del siglo XX, ahora con la crisis económica parece que nos hemos olvidado de ellos, pero estamos rodeados de gente sola. Lo primero que nos viene a la cabeza son las residencias de ancianos o los hospitales. Pero no solo en estos sitios y en estas situaciones concretas. También están a nuestro alrededor, en nuestros quehaceres diarios, en nuestros trabajos o quizás en el mismo bloque en el que vivimos. Hay muchas personas rodeadas de gente que no están solas pero sí se sienten solas. Quizá viven envueltas en preguntas sobre sus vidas o sobre su sentido. Sin posibilidad de compartirlo con nadie, sin nadie en quien apoyarse en los momentos de dificultad o de duda. Esas personas "invisibles" para la mayor parte de nosotros no lo son para Dios. El nos invita a encontrarlos entre la multitud y escucharles y acompañarles.

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque El me ha ungido para que de la Buena Noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos, para proclamar el año de gracia del Señor



Descargar Oración: Escuchar y acompañar