El salmo 121 resuena como un mantra y me ayuda a sentir que realmente estás siempre conmigo, que me acompañas en toda situación, y que me conoces y me amas sin límites. Eso me basta hoy para sentirme en casa y descansar en ti.
Tengo suerte de tener alguien que vela por mí, así: 24 horas al día, y todos los días del año. Y tú sabes dar, Señor, con la respuesta a mi pregunta llena de miedo y de confusión: ¿quién me va a auxiliar a mí? Conoces de sobra que a menudo dudo, titubeo, dejo de confiar, y me siento pequeño e incapaz, y además atemorizado por lo difícil de la vida. Necesito de ti, de tu compañía y de tu aliento.
“Alzo mis ojos a los montes: ¿de dónde vendrá mi auxilio?Mi auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.No dejará que tropiece tu pie, no duerme tu guardián.No, no duerme ni dormita el guardián de Israel.El Señor es tu guardián, es tu sombra, está a tu derecha.De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.Te guarda el Señor de todo mal, él guarda tu alma;El Señor guarda tus salidas y entradas,desde ahora y por siempre.” (Sal 121).
Acompañamos la canción "Vuelve a casa" interpretada por Juan Ignacio Pacheco y Cristóbal Fones, sj.
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