La lectura del salmo, me va mostrando cómo Dios me sale al encuentro cuando le busco con sincero corazón. Porque en realidad es Él quien me busca y quien quiere que le busque y entre en este juego del escondite, como los niños. Aunque Dios no se burla, solo quiere que me disponga, que haga lo que está en mi mano para poder llevarme a Él.


Escucha, Señor, mi voz que te llama, ten piedad de mí, respóndeme. Buscad mi rostro. Mi corazón dice: Yo busco tu rostro, Señor, no me ocultes tu rostro. No apartes con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio; no me rechaces, no me abandones, Dios de mi salvación. Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me acogerá.
Indícame, Señor, tu camino, guíame por un sendero llano,… espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. (Sal 27,7-11.13-14)



Acompañamos la canción "Quiero verte" de Ixcís


Quiero verte cuando no sale el sol,
en todos mis caminos, en mi soledades.

Quiero verte en cada ser humano,
en todos los rincones, en todas partes.

Quiero verte, quiero verte
en todos mis caminos.