Desde hace más de un año, parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras ciudades y se han ido adueñando de nuestras vidas llenándolo todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso.
Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió la tempestad, una pandemia inesperada y furiosa, la cual nos hizo darnos cuenta de que todos estamos en la misma barca, frágiles y desorientados, pero al mismo tiempo llamados a remar juntos, necesitados de confortarnos mutuamente, pero confiando en el Padre. Y Tú, resucitas y nos infundes nuevamente alegría y esperanza y nos invitas a la Vida. 









Acompañamos la canción "¿Por qué Tengo Miedo?" de Hermana Glenda.