Necesitamos orar, hacer silencio interior, para escuchar al Dios que nos habita en lo más profundo de nuestro corazón, y que no deja de llamarnos por nuestro nombre para decirnos una y otra vez: “Tú eres mi hijo amado”, “Tú eres mi hija amada”... Así lo escuchó Jesús en el río Jordán tras su Bautismo, y así lo podemos escuchar nosotros, sus seguidores, que hemos recibido el mismo Espíritu Santo. 








Acompañamos la canción "Quiero nacer" (NICO)