Vivimos en un mundo consumido por el miedo. Tenemos miedo de un virus, de una guerra que pueda poner en peligro nuestra tranquila existencia, miedo al coste económico y social que puede tener. Tenemos miedo de lo que suceda si ganan nuestros enemigos políticos. Nos tenemos miedo unos a otros. Tenemos miedo de tantas cosas…
En el silencio de la noche, me pregunto ¿a qué temo yo?, ¿a la incertidumbre de mi vida, de mi trabajo, a los virus, a lo extraño, a la guerra, a la pobreza…? ¿A qué tengo miedo?
Pienso en Jesús que también sintió miedo cuando iba camino de la Cruz.