Tras la Resurrección, las apariciones de Jesús facilitaron el encuentro personal, y fue gracias a esos encuentros cuando se fue transformando el interior de los apóstoles para ver las cosas de forma distinta, para dejar el miedo y alcanzar el valor. La presencia de Jesús resucitado les iluminó para comprender el sentido de lo ocurrido y, sobre todo, les consoló con serena alegría.




Acompañamos la oración con la canción: 
"Te seguiré" Alejandro Labajosaro, SJ