Vengo a esta oración con deseos de encontrarme contigo. Eres el Dios de la paz, el Dios que se encuentra en la brisa suave y entra en el corazón como gota que empapa una esponja. Preparo mi corazón distanciándome poco a poco de todo aquello que me tiene hoy agitado, haciendo silencio interior e intentando apartar el ruido que me rodea por fuera y me inquieta por dentro.




Acompañamos la oración con la canción: 
"Vengo aquí mi señor" Brotes de Olivo