En el día de los Reyes Magos, o de los Sabios, (Epifanía) rescataremos el sentido de la adoración: qué es adorar, para qué adorar, a quién adorar... y relacionado con ello también el concepto de "sabiduría" en la Biblia.

a) Adorar proviene del latín que, literalmente, significa "llevarse a la boca" y es que los romanos adoraban a sus dioses y antepasados con un gesto de llevarse la mano a la boca y poner un beso en la mano y ofrecérselo al ser adorado. En decir, la adoración tiene el valor de ser un gesto explícito de amor. El amor y el respeto, para que no mueran, han de ser explicitados con cierta frecuencia, actualizados y revividos. ¿Tengo yo habitualmente gestos de adoración a Dios?

b) Los Sabios de Oriente, en su adoración, se quitaron sus coronas ante Jesús, es decir, reconocieron como superior la sabiduría y la dignidad de ese pequeño niño pobre frente a la suya. Adorar, es, por tanto, reconocer la verdadera dimensión de Dios, y nuestra humilde posición frente a él. No es humillarse, como algunos todavía creen, sino situarte en una posición honesta frente a Dios. En este mundo de soberbia y blasfemias, es más necesario que nunca expresar nuestro cariño a Dios y nuestra disponibilidad a escucharle y dejarnos guiar por él. Porque el "hombre-autoproclamado-dios" ya ha demostrado que siempre tiende a destruirse a sí mismo y a sus hermanos... ¿Considero a Dios, y sus proyectos sobre mí, superiores y más sabios que los míos?

c) Me fijaré por último en un rasgo más: Como representa el artista medieval de esta imagen, en la adoración de los Reyes lo importante no es sólo que ellos le entreguen presentes a Jesús, sino que Él recibe y acoge estos regalos. Son sus propias personas las que se ofrecen, simbólicamente, en los regalos; pero lo mejor es que Dios recoge, asume, acaricia y se queda con esa vida ofrecida sinceramente. Adorar es ofrecerse a uno mismo, sinceramente y sin medida, confiando en Aquel que nos acoge, para siempre, y desde el lado pleno de la vida. ¿Me sirvo de Dios para desenvolver gratamente mi vida; u ofrezco mi vida a Dios para su servicio, totalmente?

No en vano, san Ignacio afirma que "El hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y, mediante esto, salvar su alma." ¡Feliz adoración! ;-)