Como dice un amigo mío, que es scout, lo importante no es no perderse nunca, sino tener al menos claro cuál es el camino de vuelta...

porque me hirió de muerte la vida
Me refugié en tus brazos, Señor,
cuando no tuve más aliento.
Pero tú me empujas de nuevo
incansablemente, a mi ruedo.
Mañana empezaré otra vez,
como ayer, como cada día.
Y volveré, sí, volveré,
pero con una mirada nueva,con una sonrisa recién estrenada,
y con esa fuerza
que sé que no es mía.