Jesús nos llama por nuestro nombre, es una invitación personal y nos da la completa libertad para aceptarla o no. Sabemos que decir un SI abierto y sin cortapisas no es fácil. Implica salir de uno mismo, de nuestras seguridades y comodidades, ir muchas veces a contracorriente de lo que el mundo y la sociedad nos propone, supone un esfuerzo diario pero el Señor espera y confía en nosotros, respetando los tiempos de cada uno. Él está con nosotros y no nos abandona. Nos llama a seguirle, a construir el reino y luchar por el evangelio, lo que en muchos momentos nos traerá alegría y gozo pero también nos encontraremos momentos de cruz en los que tendremos que aprender a abrazarla.

“Y ahora, así dice el Señor, el que te creó, Jacob; el que te formó, Israel: No temas, que te he redimido, te he llamado por tu nombre, tú eres mío. Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo, la corriente no te anegará; cuando pases por el fuego, no te quemarás, la llama no te abrasará.[….] Porque te aprecio y eres valioso y yo te quiero, […]No temas, que yo estoy contigo.” (Isaías 43, 1-5)


Descargar Oración: Seguiré tras tus huellas