Siguiendo con el tema de los magos, la búsqueda de Dios y las estrellas, nos fijamos ahora en la valentía y firmeza de quien está dispuesto a buscar, pero Buscar con mayúsculas: ¿Cuál es mi reacción ante "la estrella", ante los signos y personas que me llevan a Dios?

Podemos conjeturar las diferentes clases de personas involucradas por la aparición de la estrella. Puede que algunos vieran la estrella estaban tan preocupados por sí mismos que no le prestaron atención. Otros, como Herodes, sintieron amenazadas sus seguridades: la estrella parecía traer noticias de Salvación y Justicia. Incluso los sumos sacerdotes y los maestros de la ley interpretaron correctamente el significado de la estrella, pero no la siguieron. Los sabios, sin embargo, vieron, reconocieron y siguieron la estrella hasta que les condujo a Jesús: lo adoraron, lo reverenciaron y le hicieron el regalo de sus propios corazones.


Ojalá nosotros tengamos la profunda convicción de que Alguien nos anima a ponernos en camino hacia algún sitio, hacia horizontes nuevos. Nada más importa y nada es más importante que ésto. Nos da la fuerza para seguir a la estrella con perseverancia, con la determinación de vincular nuestro destino al de Jesús, aun cuando no sepamos exactamente adónde nos conduce la estrella. Y esto se sintetiza genialmente en la canción "The impossible dream", cuya letra es en sí misma un poema:

Para alimentar un sueño imposible,
para luchar contra un enemigo invencible,
para sobrellevar una tristeza insoportable,
para correr hacia un desafío inaccesible,

para enmendar un error irreparable,
para ser mejor de lo que tú eres conmigo,
para seguirlo intentando 
cuando mis brazos esté demasiado cansados, 
para alcanzar la estrella inalcanzable.

Esta es mi búsqueda, seguir esa estrella,
aunque tenga poca esperanza,
aunque yo esté muy lejos de ella.

Lucho por lo que está bien
sin duda ni pausa alguna,
estoy dispuesto a bajar al infierno
por una causa celestial.

Y sé que si soy fiel
a esta búsqueda tenaz,
mi corazón estará tranquilo y en paz
cuando llegue el momento de descansar.

¡Y con ello nuestro mundo será mejor,
porque un hombre débil y herido
intentó sin amilanarse
tocar la estrella inalcanzable! 


(basado en una reflexión de Rex A. Paix, S.J. "Orar es sencillo. 70 modos de rezar")