Se dice que cuando alguien
le comentó lo mucho que había disfrutado con su música, Handel respondió:
«Lamento haber logrado sólo entretenerles, mi intención era hacerles mejores.»
Sí. La música es un
lenguaje que puede atravesar casi tres siglos y hablarte ahora de lo que
imaginó la sensibilidad de Handel. Permíteselo. Ponte cómodo, esponja el alma.
Hazte poroso a todos los matices que encierra esta pieza y escúchala con toda
la intención, porque Dios te puede
hablar con ella.
Vacía de preocupaciones tu mente, cierra los ojos, pon un buen volumen para la música, si es posible con auriculares. Vamos a escuchar esa parte de la obra que precede justo al relato del nacimiento de Jesús. Isaías nos acaba de contar que el pueblo caminaba en tinieblas, y entonces el coro lo ilumina todo cantando:
unto us a son is given:
and the government shall be
upon his shoulder,
upon his shoulder,
and his name shall be called
‘Wonderful Counsellor’,
‘Wonderful Counsellor’,
‘The mighty God’, ‘The everlasting Father’,
‘The Prince of Peace’.
Porque un niño nos ha
nacido,
nos han traído un hijo:
lleva el cetro del
principado
y se llama ‘Consejero
maravilloso’,
‘Guerrero divino’, ‘Padre
perpetuo’,
‘Príncipe de la paz'.
(Isaías 9, 6)Las cuatro voces del coro van entrando una tras otra, exultantes, con prisa por celebrar la llegada de ese Niño. No caben en sí de gozo, es como una risa incontenible. El acompañamiento se reduce casi a tan sólo un cuarteto de cuerdas. Las voces se ponen de acuerdo en algunos momentos para recitar juntas esos nombres que se asignan al Pequeño (wonderful counsellor, the mighty God…), pero vuelven a separarse, juguetonas, para insistir en su alegría por el Nacido. Los violines bailan alrededor, riendo también. Fija tu atención en cualquiera de esas voces, síguela, déjate llevar por lo que Handel escondió en ella.
Si quieres probar otras oraciones con El Mesías,
0 Comentarios
Gracias por dejarnos aquí tus comentarios
Emoji