A veces en nuestro día a día vamos con prisas, a lo nuestro, a lo que nos interesa, y nos perdemos muchas oportunidades de encuentro con el otro.
En este rato de oración vamos a tener presente cómo son nuestras relaciones y como acoger la vida del otro, conocer su realidad y estar dispuesto a ofrecerle todo lo que esté en nuestra mano.


[Abraham] dijo: Señor, si he alcanzado tu favor, no pases de largo junto a tu siervo. Haré que traigan agua para que os lavéis los pies y descanséis bajo el árbol. Mientras, ya que pasáis junto a vuestro siervo, traeré un pedazo de pan para que cobréis fuerzas antes de seguir. (Gn. 18, 3-5).