Teresa nos ha compartido su camino, en el que para ella la humanidad de Jesús ha sido mediación privilegiada para acceder a un Dios ante quien ella misma exclama:
Oh emperador nuestro, sumo poder, suma bondad, la misma sabiduría, sin principio, sin fin, sin haber termino en vuestras obras, son infinitas, sin poderse comprender, un piélago sin suelo de maravillas, una hermosura que tiene en sí todas las hermosuras, la misma fortaleza! ¡Oh, válgame Dios! ¡quién tuviera aquí junta toda la elocuencia de los mortales y sabiduría para saber bien-como acá se puede saber-, que todo es no saber nada, para este caso dará a entender alguna de las muchas cosas que podemos considerar para conocer algo de quien es este Señor y bien nuestro! (C 22,6).
0 Comentarios
Gracias por dejarnos aquí tus comentarios
Emoji