María, he venido a encontrarme contigo, dispuesto a escuchar lo que quieras decirme, dispuesto a abrirme y ser sincero ante Ti. A partir de ahora mi única preocupación es descansar en tus brazos de madre que, una vez más, me acogen. En este rato quiero presentarte mi vida tal y como es. Repasando lo que hice hoy, esta semana, en mi último año...