La Cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza que es un día de ayuno para los cristianos y termina el Viernes Santo, que también es un día de ayuno. Durante este tiempo nos vamos a preparar para vivir la Pascua, el paso de la muerte a la resurrección del Señor, momento álgido de nuestra fe que nos revela el Amor llevado al extremo, Amor que redime e ilumina mi vida, nuestra vida y la historia. Un tiempo que comenzamos con el símbolo de la ceniza que nos recuerda nuestro origen: «Dios formó al hombre con polvo de la tierra» (Gen 2, 7) y representa nuestra pequeñez con respecto al Creador, que nos lleva a asumir una actitud de humildad y de arrepentimiento.