El teléfono me reclama con sus notificaciones. En cuanto tengo un rato, accedo a redes sociales, con su bombardeo de información.Y, de repente, han pasado horas,aún me quedan muchas tareas por hacer y…¿dónde estás Tú, Señor? En medio de este ruido cotidiano, quiero dedicar unos minutos de recogimiento y paz, para conversar contigo, Señor, de todo lo que me rodea. Busco un lugar tranquilo, cierro los ojos, respiro profundamente y me sereno mientras traigo a mi presencia ese mundo tecnológico y cómo hemos cambiado en la forma de relacionarnos.


Descargar oración: 



Acompañamos la oración con: 
“EL ABRAZO" (Encanto al Alma)