De la misma manera que la samaritana, también me siento llamado a buscar esa agua. Mi corazón, mi persona tiende a buscar aquello que me completa, que me hace sentirme en plenitud. Esto supone reconocer que soy una persona con una cierta insatisfacción en mi vida diaria. Tengo que reconocer que tengo sed, y este deseo es el que me mueve.


“Le contestó Jesús: El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; quien beba del agua que yo le daré no tendrá sed jamás, pues el agua que le daré se convertirá dentro de él en manantial que brota dando vida eterna. Le dice la mujer: Señor, dame de esa agua, para que no tenga sed y no tenga que venir acá a sacarla.” (Jn 4,13-15).




Acompañamos la canción "Viniste a mí" de Maite Losada



VINISTE A MÍ
(Maite Losada)

     No fui yo quien te busqué, fuiste tú quien vino a mí y me hablaste como si me conocieras.
Me pediste un vaso de agua y me diste un manantial de vida que no acaba.

Tú me hablaste al corazón y en mi todo cambió desvelaste lo que en mi alma yo guardaba.
       
DAME DE ESA AGUA Y NO TENDRÉ MÁS SED
DE ESA FUENTE INAGOTABLE QUE ES VIDA EN MI SER
DAME EL DON DE CREER PARA SERTE SIEMPRE FIEL EN ESPÍRITU,
EN VERDAD TE ADORARÉ.

No fui yo quien te busqué, fuiste tú quien vino a mí y me amaste aunque no lo mereciera.
Yo que había recorrido mil caminos, nunca hallé el auténtico sentido de mi vida.

Tú me hablaste al corazón y en mi todo cambió y ahora quiero anunciar esta alegría.